viernes, 13 de noviembre de 2015

El Arte del "tapadismo"

Domingo 25 de octubre, Donibane-Lohitzune. Poco antes de la Media Maratón de Euskal Herria:

- "¡Joé Koldo! ¡Se te ve fino! ¿Qué tiempo vas a hacer hoy?"
- "Bah... no sé. Quiero ver un poco sensaciones, ir tranquilo y a ver qué tal va funcionando el cuerpo. Sin tiempos en la cabeza, sólo a disfrutar..."
- "Ya, yaaa....claro....y nos lo dices con esa cara de killer al más puro estilo Chuck Norris...seguroooo."


El Tapado, ese gran artista.

El "tapado" es esa persona, presente en cualquiera de los ámbitos de la vida, a la que le gusta esconder sus verdaderas intenciones sacando un surtido de excusas de la chistera. Ese individuo al que nadie espera y aparece como de la nada. Todos hemos conocido a alguien así. Desde la escuela, donde esos compañeros que antes del examen te decían que no habían estudiado nada luego te pasaban su diez por las narices. O ese "colega" del trabajo al que le cuentas lo que te ha costado hacer la presentación para el jefe y te consuela con un: "pues tienes que ver el desastre que es la mía", para luego presentar una puñetera tesis doctoral...


Tranqui compañero, mi presentación es una mierda.

En esto del correr el tapadismo está a la orden del día. Es un fenómeno creciente, se multiplica como los hongos en otoño. Se puede decir que es un auténtico arte. Un arte milenario. Eso es, habéis oído bien. Milenario. Estoy convencido que el mismísimo Filípides, el héroe sobre el que se basa la moderna disciplina de la Maratón, poco antes de salir hacia Atenas, les comentó a sus colegas que llevaba una semana fatal, entre el trabajo, que no le daba tregua, y el crio, que a las noches no le dejaba dormir. Y además una contractura en el gemelo (lo del sóleo todavía no lo habían descubierto) le llevaba molestando semanas y no le había dejado entrenar agusto. En fin, que tenía malas sensaciones.Y así, pues como que lo de correr no lo veía aquél día. Era evidente el desenlace, lo petó y acabó recorriendo los más de 240 km desde Atenas a Esparta el tío. Se me ocurre también lo que comentaron sus colegas después: ¡Qué cabrón!

Filípides en Maratón, estirando un poco antes de empezar a correr

Todo esto ha llegado hasta nuestros días y es gracioso lo que se oye en las salidas de muchas carreras: "las mil y una excusas del corredor tapado". Es cierto, si hubiera una máquina de la verdad capaz de recoger todo lo que se oye en esos momentos previos al pistoletazo de salida, probablemente explotaría al no poder asimilar tal densidad de mentiras por metro cuadrado. Desde el famoso y recurrido "no he entrenado nada" al "he leído que esta noche pasaba un cometa por la órbita de Neptuno, así que hoy mal asunto", hay toda una gama de excusas que dan para escribir un libro. Y en las salidas de las carreras se pueden oir todas juntas.

Lo que se te viene a la cabeza cuando tu amigo te dice: no tengo buenas sensaciones

Nunca me ha gustado eso de esconderme. No me interprete usted mal, en cierto modo siempre he admirado a los tapados por su gran capacidad imaginativa. En cierto sentido son artistas, creando una buena introducción para su obra maestra. Dando ambiente al hachazo que te van a pegar. Creando tensión para luego contarte un historión en la Meta: "Pues al final he ido entrando en carrera, he pillado buenas sensaciones y me ha salido buena carrera". La respuesta siempre: "¡Qué cabrón!"


Yo siempre he intentado ir de cara y si me encontraba bien, lo decía, y si no estaba en mi mejor momento, también. Pero ese domingo la cosa era diferente. Llevo probando unos cuantos meses un nuevo método de entrenamiento y las sensaciones no habían sido del todo buenas. Sabía que tenía que estar muy fuerte, por todo lo que estaba entrenando, pero no me lo acababa de creer. Y me pareció un buen momento para "esconderme" un poco y practicar este arte, ver cómo funcionaba ese invento. La verdad es que hasta cierto punto es divertido, pero yo soy mal jugador de póker y mi mirada decía otra cosa. El desenlace estaba claro. En la meta, con los compañeros, por primera vez me encontré en el otro lado:
- "Al final he pillado buenas sensaciones y le he acabado dando fuerte."
- "¡Qué cabrón!"

By @runerenfurecido

7 comentarios:

  1. Me meo casi tanto como lo has hecho tu escribiéndolo. Lo he disfrutado. Por cierto, ¿Qué tal tu soleo? 😉

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  2. jiji la verdad que si me he reido un montòn hacièndolo, es de lo que se trata! el sòleo bien gracias jiji

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  3. Ufffff lo peores tapados q sufrido yo eran los de no estudiado nada..., luego un 10, q cabrón!!!!!!! Jajaja no los soportaba

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  4. jajaja pues si de esos hay muchos y jode bastante...qué cabrones!

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