martes, 23 de febrero de 2016

Mitja Marató Barcelona 2016

"Joder... Ya está la rodilla, otra vez igual. Venga, ánimo ¡no pasa nada! Es el km 13, todavía queda mucho para seguir así, pero ya sabes que otras veces el dolor ha venido y se ha ido sin más. Vamos, sigue un poco más...tú puedes!"
Todo bien preparado, esperando a la carrera


Son cerca de las once y media de la noche del sábado. Mañana es la Mitja Marató de Barcelona. Hay que madrugar, pero no puedo dormir. He cenado demasiado, hay mucho ruido en la calle y estoy agotado. El día ha estado muy bien, disfrutando de un fin de semana de turismo con la familia, pero todo el día andando sin parar con el peque a cuestas te deja tocadillo. Y más con ese calor...creo que no he bebido suficiente. Tanto andar y con ese calor, mala combinación para la carrera de mañana. Pero, con lo bien que lo hemos pasado, ha merecido la pena. Hay que aprovechar los días que podemos salir de casa. Sigo dando vueltas en la cama y pillo el móvil para volver a leer el "Blogmaldito" y su pedazo de análisis de la carrera. Ya me lo sé de memoria, tengo clara la estrategia a seguir: empezar a buen ritmo pero guardando fuerzas y evitando accidentes hasta el km 4 y, a partir de ahí, sin tregua hasta el final por terreno muy favorable para "volar". Toca dormir, mañana será otro día y hay que darlo todo.
Me despierto pronto, con tiempo para desayunar. Estoy en plena preparación para la Maratón de Roma y tengo que hacer 7km antes de la carrera para calentar y hacer kilometraje. No he preparado específicamente esta carrera, más bien va a ser un test de cómo va todo el entrenamiento, pero también tengo esperanzas de hacer un buen tiempo. Me visto tranquilamente, salgo a la calle y empiezo a trotar. Calor, no me gusta. Al poco de salir del hotel ya estoy sudando. Pero la ciudad está preciosa a esta hora, casi nadie en las calles, poco tráfico y una luz espectacular. Cumplido el calentamiento voy al guardarropa y me encuentro con Raquel (@89_rakel7), para la obligada foto con la morada de Reto Dravet.
Siempre un placer compartir momentos con tan buena gente
Nos despedimos y deseamos suerte. Unas cuantas progresiones y directo al cajón de salida para pillar buen sitio. Al parar, me noto un pinchazo en el cuádriceps, pero no parece nada serio. La carga de km se va notando en las piernas, mejor ni pensar en ello. Hace mucho tiempo que no estaba en un cajón tan adelante para salir (1:20-1:30). Miro a mi alrededor y me siento un poco raro. Todos parecen profesionales, auténticas máquinas de las que te dejan atrás sin problemas. Estoy un poco desubicado, pero bueno, tampoco me voy a infravalorar, yo no voy cojo corriendo. Mientras esperamos a la salida, intento mover un poco la pierna y descargarla...y empezar a meterme en "modo carrera": Concentración, mirada de "killer", respiración, visualizar la carrera y la estrategia...
La salida es peligrosa, mucha gente y una curva crean los primeros agobios, mientras te llueven codazos por todos lados. Consigo evitar problemas y pillo muy buen ritmo, mientras la carrera se va estirando y voy encontrando sensaciones y posición en el grupo. Llegamos sin darnos cuenta a "Paralel" y en esta parte me tengo que contener bastante. Estoy fresco, con ganas, pero pica un poco hacia arriba y queda mucha carrera para andar derrochando ahora. Entramos en Gran Vía y veo a Nerea y al peke saludándome desde la ventana del hotel. Lágrimas en mis ojos y mucha fuerza para empezar a volar, disfrutando, con grandes sensaciones. Van pasando los km muy rápido, la carrera tiene un trazado ideal para correr a tope, hay tramos que están a reventar de gente animando y en general hay mucho sitio para correr sin problemas. Nos vamos acercando a la Diagonal, que tendremos que hacer de ida y vuelta, un tramo un poco pesado para la cabeza. Y entonces, km 13, empiezo a notar otra vez la rodilla. Me está pasando en las últimas carreras, nunca en entrenamientos. Una molestia que poco a poco va a más y que me impide dar bien la zancada y conforme aumenta de intensidad, da ganas de irse a un lado y dejar de correr. Respiro profundo e intento desviar la mente, mientras hablo conmigo mismo e intento animarme. Con cada zancada descargo un poco la pierna, pero el dolor empieza a ser intenso. Sé que normalmente dura un rato y luego pasa, pero la duda siempre está ahí. Da lo mismo, me concentro en la gente que tengo delante y empiezo a correr más rápido, como queriendo huir del dolor. Estos momentos, aunque duros, son ideales para fortalecer la cabeza. Y así, poco a poco, me voy olvidando de él y voy pasando a más y más corredores. Estamos ya cerca del km 18, una última cuesta y ya sé que el terreno que queda es totalmente favorable. Saco el cuchillo y empiezo a ir a muerte, es el momento de no dejar nada en la reserva, de exprimirse. Pasan los metros rapidísimo mientras mi mente piensa sólo en la meta. El público vuelve a animar incansable y te arrastra a la llegada. Son metros que hay que saborear, unos pocos segundos difíciles de describir. Paro el crono en 1:27:28. Respiro un poco y empiezo a aplaudir y a soltar la tensión acumulada. ¡Qué felicidad! No puedo estar más contento, todo va dando sus frutos y me estoy viendo muy fuerte para Roma. Pero aún queda lo mejor: el abrazo con la familia...eso si es un momento especial que nunca puede faltar.
Últimos metros disfrutando de una gran carrera

2 comentarios:

  1. Un momento especial que habrá allá donde vayas. La verdad es que estás muy fuerte, te exiges y te lo curras mucho también. Es maravilloso verte disfrutar los días de carrera.
    Ánimo maitia!

    ResponderEliminar
  2. Koldo,¿ ya no hay metas ? Mira que si no no hay paraiso. Espero que no te hayas lesionado con tanta caña, y que no sea sino los avatares rutinarios de la vida los que no te dejen contar estas batallitas tan entretenidas e interesantes
    Un saludo

    ResponderEliminar